Es increíble que en el siglo XXI siga existiendo la esclavitud, y lo que es más triste aún, es que un buen número de estos explotados sean niños y niñas. Esto no ocurre sólo en países subdesarrollados, como puede ser Kenya, sino que también ocurre en China o la India, por ejemplo. Jornadas de trabajo de 14 horas, personas irracionales que les atan a las máquinas donde trabajan, les agreden y maltratan, les prohiben hablar, descansar, mueren por infecciones, enfermedades y por inanición, abandonados por sus familias, no pueden tener esperanza en el futuro. Por dura que parezca, esta es la realidad en el mundo que tienen que soportar más de 250 millones de niños y niñas.
La infancia de estos niños, la oportunidad de que estudien, se formen como personas y aspiren a mejorar su situación y la de su país, es sustituída por largas jornadas de trabajo que duran desde el amanecer hasta el anochecer, sin descanso, lejos de sus familias. Todo por un mísero "sueldo" y en unas condiciones precarias. La mayoría de estos niños han sido enviados por sus padres como medio de pago para conseguir un poco de dinero, y normalmente se les lleva a trabajar a granjas, talleres de alfombras, fábricas de textil o juguetes y demás artículos (aquí se incluyen productos para conocidas marcas de dudoso prestigio como Nike, Adidas, Reebok, Nestlé, Chicco...), agricultura (sobre todo recogida de café y té), basureros, minas, prostitución (100 niñas son llevadas a la prostitución en México cada mes), y un largo etcétera.
La infancia de estos niños, la oportunidad de que estudien, se formen como personas y aspiren a mejorar su situación y la de su país, es sustituída por largas jornadas de trabajo que duran desde el amanecer hasta el anochecer, sin descanso, lejos de sus familias. Todo por un mísero "sueldo" y en unas condiciones precarias. La mayoría de estos niños han sido enviados por sus padres como medio de pago para conseguir un poco de dinero, y normalmente se les lleva a trabajar a granjas, talleres de alfombras, fábricas de textil o juguetes y demás artículos (aquí se incluyen productos para conocidas marcas de dudoso prestigio como Nike, Adidas, Reebok, Nestlé, Chicco...), agricultura (sobre todo recogida de café y té), basureros, minas, prostitución (100 niñas son llevadas a la prostitución en México cada mes), y un largo etcétera.
La incultura de estos niños asegura la existencia de otra generación más de pobreza, pues la falta de estudios les impedirá salir de esa situación, que a su vez se ve agravada por el aumento de sus deudas con el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Claro está que los países ricos, por sus intereses, no van a cancelar estas deudas, pero si así fuera, gobiernos como el de Kenya podrían hacerse cargo de todos los niños y podrían ofrecerles unos estudios. Además, los salarios son bajísimos y gran parte de culpa la tienen las multinacionales, que se aprovechan de esta gente pagando unos precios mínimos y luego vendiendo sus productos por un precio que les permita obtener el máximo beneficio. Esto ocurre por ejemplo con el café, que es vendido a un 4000% más caro que el precio que se paga a los agricultores. Gracias a organismos como Comercio Justo, se ayuda a que los productos se compren por su precio real y que los agricultores o artesanos que los han elaborado cobren realmente lo que se merecen. De esta forma, los trabajadores pueden cobrar un salario más alto y se contribuye a terminar con la explotación.
Después de comprobar cómo malviven estos millones de niños, creo que tenemos más de una razón para valorar lo que tenemos, por muy pequeño e insignificante que pueda parecer. Y yo, personalmente, no voy a colaborar con los inhumanos que por su ambición prefieren el dinero antes que la vida de una persona. La vida inocente de un niño.
¿Hasta cuándo vamos a permitir que esto ocurra?
¿Hasta cuándo vamos a permitir que esto ocurra?
8 comentarios:
Ahi solo habeis mencionado algunas empresas de las que explotan a los niños, por pena en realidad hay muchisimas mas
Felicitaciones por el post. Quisiera agradecer el comentario que ustedes han dejado en nuestro blog, de la Red Peruana contra la Pornografía Infantil. Estamos seguros que estos problemas son mundiales y deben ser enfrentados de forma conjunta por todos nosotros. La explotación de una persona es condenable en todas las circunstancias, mucho más si se trata de un menor de edad, quien se encuentra frágil y desprotegido. La trata de personas es una forma de esclavitud moderna que no debemos tolerar. Nosotros como institución luchamos contra la Explotación Sexual Comercial Infantil y entendemos que esta lucha debe estar unida a la de muchas organizaciones y grupos más. Por todo ello, un fuerte abrazo a todos y nuevamente, felicidades por el trabajo realizado y por visitarnos.
Atentamente,
Dimitri Senmache, presidente de la RCPI - Perú
Bueno, el problema es complejo... Desde la óptica del padre, evitar el trabajo infantil es convertir una "mano que ayuda" en una "boca que alimentar". La única manera de romper el círculo es actuar sobre los empleadores, haciendo que el uso de esta forma barata de trabajo les salga cara. Pero para ello es necesario un modelo de sociedad donde impere la ley, cosa que, lamentablemente, no sucede a veces en el tercer mundo. Por eso son tan importantes las acciones contra las grandes compañías que emplean a niños, porque a ellas se llega desde la ley del primer mundo.
Hola a todos, yo como ciudadano español, apoyo a los organizaciones y movimientos, como la red peruana contra la pornografia infantil, amnistia internacional, comercio justo... que luchan contra la explotación infantil y a favor de que se cumplan los derechos humanos y yo tambien pienso que los paises mas desarrollados del mundo tienen culpa de lo que esta sucediendo en el tercer mundo
¡Hola!
Ójala termine pronto esta brutalidad porque ningún niño se merece vivir así ni tienen porqué pagar las decisiones, en este caso erróneas, de sus mayores. Ya que es muy difícil colaborar directamente, por lo menos habrá que evitar colaborar con los responsables.
Gracias por vuestra visita y espero que volváis pronto.
Estos pobres crios han venido al mundo sólo para sufrir. ¡Qué horror! es mejor no nacer.
Puede que si les hubieran dado a elegir, hubieran preferido no nacer. O, simplemente, nacer en un mundo diferente. Pero como no se puede elegir dónde nacer...
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