Los líderes de la Unión Europea y África han adoptado en la cumbre de Lisboa una "estrategia conjunta" con ocho planes de acción en áreas claves como paz y seguridad, derechos humanos, comercio, energía e inmigración, según fuentes europeas.
La declaración aprobada está guiada por los principios de la "unidad de África, la interdependencia de África y Europa, la apropiación y responsabilidad conjunta, el respeto de los derechos humanos y valores democráticos y el Estado de derecho, así como el derecho al desarrollo".
Esta estrategia se divide en ocho planes de acción que serán aplicados con el horizonte de 2010, fecha prevista de la tercera cumbre UE-África.
Para el actual presidente de la Unión Europea, el portugués José Sócrates, esta estrategia conjunta abre un "nuevo capítulo en la historia" de ambos continentes. "Lo que es importante es que nos hemos reunido cara a cara en una posición de igualdad y con un nuevo espíritu".
Sócrates, además ha dicho que "en poco tiempo nos encontraremos para una nueva reunión, una nueva cumbre, que se realizará en África. Sé que hay una propuesta de Libia, pero es una decisión que deberá ser tomada a nivel de la Unión Africana".
Pero si el objetivo declarado de la cumbre era dejar atrás la etapa del colonialismo, lo cierto es que no hubo "temás tabú", como admitió el propio Sócrates, y las diferencias entre ambas partas quedaron bien expuestas en los dos días de trabajo, en especial en los referente al presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, el comercio y las heridas del pasado.
En ese sentido, y cumpliendo con la palabra dada a sus homólogos europeos, la canciller alemana Angela Merkel acusó el sábado a Zimbabue de "perjudicar la imagen de la nueva África", en una sesión a puertas cerradas sobre democracia y derechos humanos, uno de los cinco grandes ejes de la cumbre.
El domingo, la Comunidad de Desarrollo del África Austral (SADC) respondió a Merkel y criticó a la UE por haber planteado la cuestión de Zimbabue. "Zimbabue no formaba parte del orden del día previsto para esta cumbre", dijo el secretario general de la SADC, Tomaz Salomao, recordando que el presidente sudafricano Thabo Mbeki es quien se "ocupa de ese tema".
No obstante, la polémica por el país africano ya había comenzado antes del inicio mismo de la cumbre, con la decisión del primer ministro británico Gordon Brown de no asistir a raíz de la presencia de Mugabe, acusado de graves violaciones de los derechos humanos en su país y con una prohibición para ingresar a territorio europeo que fue levantada en forma temporal para la cumbre.
Otro punto de conflicto fue la historia colonial de África, marco en el cual el presidente de la Unión Africana (UA), el jefe de Estado de Ghana, John Kufuor, instó a Europa a "corregir la injusticia de la Historia" que significó la esclavitud. Los africanos denunciaron además las "presiones" a los países ACP (África, Caribe, Pacífico) para que firmen nuevos acuerdos comerciales que califican de "injustos" y que están destinados a reemplazar al régimen preferencial acordado por Europa a sus ex colonias.
En el área de la migración, otro tema central de la relación UE-Africa, el presidente de gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, propuso "un pacto" para enfrentarse al problema de los clandestinos, al que calificó de "dramático resultado de un fracaso colectivo".
Por otra parte, los dirigentes de la Unión Europea y de la Unión Africana han asegurado que la cumbre entre los dos continentes ha sido un éxito, negando que las diferencias para renovar algunos acuerdos comerciales hayan supuesto alguna "ruptura".
El presidente de la comisión de la Unión Africana, Alfa Omara Konaré, señaló que "hay puntos de desacuerdo pero no rupturas" en ese tema y expresó la disponibilidad de los países africanos para "continuar negociando y buscar fórmulas de consenso".
Sobre la misma materia, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, señaló que los europeos quieren garantizar una "transición suave" en esos acuerdos comerciales, de tipo preferncial y que deben ser modificados antes de que acabe este año por imperativo de la Organización Mundial de Comercio.
En fin, que todo esto está muy bien. Me refiero a que se colabore entre las distintas naciones, siempre que sea con fines solidarios y con el objetivo de mejorar su situación, en este caso, del continente africano.
Pero no sé por qué no puedo confiar en que estos planes para el desarrollo se cumplan, y menos antes del 2010. Será porque también existen unos Objetivos de Desarrollo del Milenio y puedo afirmar casi rotundamente que no van a cumplirse.
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